Quiero decirte todo. Nadar en tus aguas, sentir el fuego de la punta de tus dedos al recorrer mi espalda, respirar tu aire, ser la brisa que te lleva y te desarma, derrumbar paredes para construir versos en la cama.
Quiero decirte el mundo. Decirte por ejemplo: Eres África, América, Asia, Europa, Oceanía y Antártida.
Quiero decirte tanto y tanto es lo que no digo. Tanto es lo que sentimos: tú tanto de todo y yo tanto de tus pupilas desgastadas. Si supieras, mi amor, si supieras... No he agotado los recursos pero se me agotan las ganas.
Quiero decirte que estas ganas-de-marcharme-se-me-agotan, gota a gota, gota, agota, hago otra canción si me tocas y un disco entero si me abrazas sin indumentaria.
Quiero decirte que aunque no me leas o si por el contrario me lees pero no eres capaz de ver que el nombre que está jugando con mis líneas es el tuyo, entonces observa bien. Soy yo en lo alto, en tu ventana. Te estoy llamando, te estoy mirando, te estoy cantando, te estoy amando sin importar la distancia de tus brazos que me apartan, que me tiran y me matan.
En resumidas cuentas -y con esto espero poder iluminar tu noche-, lo que he querido decirte es simple: Eres todo y no quiero que te vayas.
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