El Cuaderno Hipertextual de Miguel Antonio Guevara


"Concierto tras un bombardeo", collage, 2011.








Mi alma en las manos
explora
trata de encontrarle sobre
las horas colgantes
del amanecer
¿será eso lo que fuimos?
una búsqueda 
entre negro vino verde gris
¿será eso lo que fuimos?
grito nocturno
bombardeo cantor
hasta    amanecer.







1. Cuéntame Miguel Antonio, ¿dónde naciste y dónde te encuentras ahora?

Nací en Barinas. Fui de esos niños que aprendió a pescar y leía en la única biblioteca del pueblo. Libertad, se llama, un lugar al que fui a parar mientras mi madre, docente, realizaba su ruralidad.

Tras la adolescencia me mudé a Caracas y estuve así varios años, entre Barinas y Caracas y una que otra estancia breve en otras ciudades de Venezuela y el extranjero, hasta ahora que vivo en un pueblito al norte del estado Lara.

Sin embargo, digamos que Caracas es como mi centro de operaciones existenciales, esté o no esté allá.

2.   ¿Qué opinas del proceso creativo?

Creo que la creatividad es el fin último de lo humano. Si algo describe nuestra naturaleza, tanto biológica como subjetiva y/o espiritual, es la capacidad que tenemos para transformar la materia y sobre todo la imaginación, que sería el lugar, el crisol, en donde reside nuestro útero imaginante.

Exposición Entre-Vistas a la previsora, 2019.

3.  ¿Qué es la literatura para ti?

La literatura es una institución humana, social, una especie de ciencia o práctica especulativa que ha pretendido darle nombre a ciertas facetas de la creación humana en torno al lenguaje y los discursos, cualesquiera que estos sean.

Creo que la literatura es un problema, en el sentido en que es una categoría que ha tenido muchos usos según cada época. No es lo mismo hablar de literatura a finales del siglo XIX que ahora en plena presencia de las redes sociales.

Así como no es lo mismo hablar de literatura para la academia o les escritores que están fuera de ella.

Digamos que mi visión de la literatura, aunque me desempeñe en esa área, es la del outsider, en mi caso me expreso a través de lenguajes literarios porque no me quedó de otra.

Es más fácil conseguir un papel y un lápiz o un computador que grabar una película; a mí me hubiese gustado ser un rockstar o diseñador de experiencias inmersivas, de videojuegos o guionista de series, por ejemplo, sin embargo, nuestras industrias culturales y estéticas no son tan sofisticadas para eso.


Sesión de fotos para La caja hipertextual, Caracas, 2018

4.  ¿Cómo te diste cuenta que querías comunicar con libros y collages?

Esa biblioteca del pueblo de la que te hablé fue un remedio para la primera gran tristeza que viví.

Era un niño desarraigado que solo era salvado por las lecturas nocturnas de su madre y los libros de todo tipo en los estantes de ese lugar extraordinario.

Mi madre es maestra de preescolar así que, como todes, comencé a realizar collages en la vida temprana del uniforme rojo con azul.

"Epistemología", collage, 2019
Creo que más que darme cuenta de que quería comunicar algo con los libros y el collage, más bien me topé con algo que me dio acceso para comunicarme conmigo mismo y eventualmente comunicarle cosas a otras personas.


El resto ha sido un recorrido que pasa por mis gustos personales, lo amateur y digamos, lo profesional, puesto que me he dedicado los últimos 10 años al oficio editorial, investigativo y comunicacional en materia cultural.

Estas experiencias me han aportado de muchas herramientas a la hora de pensar y hacer mi trabajo, porque ha sido un escenario o campo artístico que me ha permitido compartir con creadores y creadoras de distintas generaciones de les cuales he aprendido mucho, tanto con quienes como nosotros comenzamos a construir y madurar un proceso creativo como con aquellos que ya tienen una obra sólida y son reconocidos por ello.

5. Hablemos de collage, ¿cómo te iniciaste en eso?

Como te comenté, desde muy chamo hice collages, manteniéndolo incluso en la adolescencia, ya sabes, plastificando los cuadernos con artistas de rock y versos de Poe o frases de Quiroga.

Sin embargo, cuando decidí presentarlos como una creación mía, digamos, más de signo artístico, fue con la aparición de El Caracol de Espuma, una pequeña publicación que llamé en ese momento “Panfleto Literario Fotocopiado” que posteriormente se convirtió en una editorial alternativa, es algo que ahora llamarían Fanzine.


El caracol de espuma, collage, 2012

En octubre se cumplen, por cierto, 10 años de la aparición de esa experiencia, que me llevó a publicar autores y autoras de Venezuela y otros países.

Fue maravilloso reencontrarme con esa práctica puesto que estaba haciendo una mezcla de dos cosas que son muy importantes para mí: la imagen y la palabra.

El caracol de espuma, collage, 2012

El caracol de espuma, collage, 2012

Me gustaría volver con la idea del oficio de escribir, es decir, el collage también es algo que está al alcance de todos, no necesitas más que imágenes y pegamento.

Además, el mundo está lleno de basura y todo lo que queda de ahora en adelante es remixear con ella, ¿cuándo nos quedaremos sin palabras e imágenes para collagear?

Creo que hasta en un escenario posapocalíptico seguiríamos haciendo collages (como ahora, por cierto).

Para mí es importante aclarar. No hago collages para plantear lo absurdo o una serie de escenas o correspondencias insólitas, como de hecho se ha creído que es el fin de la práctica collagista. 

Componer una imagen es un asunto tan real y tan coherente, tan lleno de utilidad e igual de importante como lo es tener un trabajo, cocinar, escribir un poema, una narración o un ensayo. 

Para mí la imagen se ha convertido en un lugar para esbozar problemas, y exponer diferentes discusiones (ontológicas y epistemológicas) que me permiten planteamientos siempre atravesados por la ética, la estética y la política. Vivimos en un mundo de imágenes muertas —para mal parafrasear a Walter Benjamin— y creo que es el resultado de una sociedad que ha empobrecido al lenguaje llenándolo de ruido.

Por otro lado, ¿acaso el mundo mismo no es un collage en su incesante atosigamiento de imágenes y palabras?, es por eso que te digo, todes estamos iniciados en este mundo, solo que algunos, como tú y como yo somos lo suficientemente atrevidos como para llamarnos artistas del collage.

"Ensayos sobre la guerra", serie, 2017.

"Paisaje", serie, 2016.


"Naipe sobre playa", mixto, 2010.

6.  Inspiración, ¿dónde surge para ti?

Fíjate que no creo como tal en la inspiración. Es decir, todo ese mito de la musa. Para mí es un proceso en donde se conjugan muchas cosas, sobre todo el relacionarme con diferentes expresiones

Retrato, 2011.
Me gusta mucho el rock experimental o art rock y ese tipo de prácticas que buscan plantear otros discursos. Y como toda persona de mi generación, esas influencias no solo vienen de las lecturas de libros, sino de aprender a tocar un instrumento, ver películas, jugar videojuegos, navegar sin rumbo por Internet.

Me gusta mucho el juego arquetipal con los oráculos, como es el caso del tarot del que soy un entusiasta aprendiz desde la adolescencia.

Además, soy sociólogo del desarrollo y maestrando de filosofía latinoamericana por lo que mis lecturas suelen ser bastante heterodoxas. Así que esa inspiración puede venir desde diferentes lugares, como podrás imaginarlo.

7. ¿Qué es crear para Miguel Antonio?

Me gustan mucho los hábitos, la repetición, el programar las lecturas, las jornadas de escritura y por supuesto, de collagear. Hay varias partes importantes como el proceso de investigación que consiste básicamente en recopilar todo tipo de contenidos que puedan aportarme a la reflexión en cuestión.

Es decir, suelo trabajar por temáticas y a partir de allí voy indagando, buscando y en ese mismo proceso me siento a tallerear lo encontrado para ver qué sale.

Sigo trabajando a la antigua con ficheros en papel, con libretas de apuntes, con el escáner, son herramientas muy importantes para mí, así como usar diferentes tipos de lápices y colores, soy un poco picky con eso; digamos que primero voy acumulando ideas, apuntes, imágenes, de todo un poco y ya le voy dando forma para después pasarlo a su digitalización o propuesta o lo que sea.

Si te soy sincero, creo que es la parte que más me gusta de todo este asunto. Eso para mí es crear: el proceso creativo mismo.


Apuntes escaneados, 2015.

Apuntes escaneados, 2015.

Caja de apuntes


8. Has ganado varios premios literarios, por ejemplo, más recientemente el Premio Nacional "Alfredo Armas Alfonzo ¿Puedes contarnos cuál fue tu camino para alcanzar estos reconocimientos?

Los premios literarios suelen ser un poco azarosos. Porque son una extraña forma de reconocer pero al mismo tiempo terminan por desconocer el trabajo de otras personas.

Pero no solo está esa parte, digamos, negativa, también son eventos que te motivan. 

Tuve la oportunidad de estar entre los finalistas del Premio de Poesía de la Universidad de Buenaventura en Cali, Colombia, justo con mi primer libro, hace casi 10 años. Al día de hoy ese libro, Hay un ruido que se escurre por debajo de las puertas tiene dos ediciones. Seguramente ese premio le dio la oportunidad a mi trabajo de ser publicado y reeditado y eso lo agradezco.

Por otro lado, también he tenido suerte con otro par de trabajos poéticos y uno ensayístico de corte sociológico sobre el libro digital en el Centro Nacional del Libro. Y además, un Premio Nacional en la categoría Periodismo en un concurso del ministerio de cultura en la celebración del bicentenario (2012). 

Es un libro, curiosamente, de entrevistas a poetas venezolanos y latinoamericanos que por cierto, al día de hoy sigue inédito.

Por otro lado, aunque admiro la obra de Armas Alfonzo nunca pensé que habría algo que me ligara a él, además de algunos cuentos que tengo de mi infancia y mi crianza rural que aspiran a tener ese tono de lo real maravilloso por lo que tanto se le admira.

El libro con el que tuve ese azar de mi lado se llama Mahmud Darwish anda en metro y te confieso que hice trampa, es decir, el concurso era de relatos y yo envié una nouvelle fragmentaria, pero fíjate que tú lees el veredicto del jurado y ellos se dieron cuenta, es decir, que es una misma historia dividida en pequeños fragmentos, como flashes de la vida cotidiana.

Es la historia de Saturia Méndez, una mujer que trata de encontrarle sentido a la desgarradura de su día a día en medio de la incertidumbre. Claro, te advierto que no se trata de una llorantina existencial sino más bien una serie de postales en clave posmoderna, un ejercicio de collage narrativo.

Aunque no sé si soy el mejor para hablar sobre ella, recuerda cómo tendemos a ser de subjetivos cuando hablamos de nosotros mismos. Mi idea es que sea un texto único para cada lector, un mosaico o collage literario de lectura e interpretación relativa.

Te puedo decir que la poeta venezolana Yanuva León y el narrador colombiano Luis Ignacio Muñoz le han realizado textos críticos, a lo mejor allí puedas encontrar algo más de lo que te comento, siempre es bueno buscar esa visión externa sobre lo que uno hace.

Por otro lado, los buenos amigos de El Taller Blanco Ediciones, una editorial colombo-venezolana, quienes publicaron el libro, me hicieron una entrevista muy completa en donde hablo al respecto.

Creo que en esa novela breve planteo, al menos en el sentido de la forma, lo que creo que debería ser la narrativa en la actualidad, un fractal, un rizoma con múltiples interpretaciones, porque la vida es eso, como te decía, un collage, una serie de imágenes y eventos que nos atraviesan y los atravesamos sin mucho orden formal; claro, no estoy seguro si logré alcanzar exactamente eso, pero te aseguro que voy a seguir intentándolo en mis aspiraciones narrativas posteriores.


Presentación de Mahmud Darwish anda en metro, Casa Silva de Poesía, Bogotá, 2019.

9. ¿En qué nivel te encuentras físico, emocional, espiritual?

Creo que era Proust quien decía que para ser violento y original en la obra había que ser constante y ordenado en la vida.

Digamos que trato de seguir esa máxima, sin embargo, es un poco complicado hablar de estados ideales tanto físicos como mentales y/o espirituales, sobre todo cuando vivimos insertados en una sociedad de la aceleración y el consumo, de alguna manera todes estamos un poco enfermos en medio de esa locura desenfrenada, pero digamos que soy de esos que tratan de mantenerse a flote con las herramientas emocionales que tiene.

Eso sí, no soy de las personas que piensan que el arte es una vía para la sanación y esas cosas, respeto profundamente esas posiciones, hay gente a la que eso le sirve, sin embargo, para mí la creación se trata de otra cosa, es más una vía para resolver problemas creativos con aspiraciones filosóficas.

Cuando se trata de buscar esos niveles de los que hablas, retomo las prácticas más tradicionales o lo que llamo los buenos hábitos (caminar, descansar, comer bien, seguir rutinas de trabajo, llevar un diario), aunque no soy religioso me considero una persona con ciertas inquietudes espirituales que las decanto en la mirada atenta y en la escucha.

"La caja hipertextual", pre montaje, 2018.

10. Qué puedes decir con respecto al  simple hecho de comunicar con la voz, las voces (medio audiovisuales) y todas aquellas que quieras relacionar. Según creo, hay millones.

Estamos de acuerdo. Creo que más que creación hay modos de crear.

Para mí la voz contemporánea es la hipertextualidad, la voz hipertextual como un tejido que ahora es más tangible a través de los medios electrónicos y un diálogo entre las artes mucho más amplio, de hecho ¿qué conceptos más ambiguos en el presente como “arte” o “cultura”?, es decir, ¿es arte y cultura un cuadro al óleo o un post en Instagram o recitar un poema con trap de fondo en Tik Tok?

Esos son esos problemas a los que me refería en la pregunta anterior y son ese tipo de asuntos los que me interesan.

La pesadilla de Paul Rayment, collage, 2014.
"Pez fuera del agua", collage, 2016.
11. Haznos saber qué artistas te gustan demasiado

Me gusta mucho lo que hace @yuruharygallardo una especie de poética del silencio con dibujos que cualquiera con una mirada rápida podría denominar “infantiles”, sin embargo, creo que en la infancia es donde están los mayores terrores y miedos, revisitar esos lugares es más complicado de lo que parece.

También estoy al pendiente de lo que hace @apamaire quien utiliza lugares comunes, como es el caso de las flores, pero con una estética totalmente inusual, creo que tanto en su trabajo como el de @yuruharygallardo hay cosas muy difíciles, es decir, ellas hacen cosas nuevas con temas viejos y ese es el trabajo de todo artista.

@kilprints también hace cosas muy interesantes a partir de técnicas mixtas, porque eso también me gusta, mixturear para luego pasar a lo digital.

Por otro lado, también sigo a @franklin_jose_fernandez quien me parece uno de los mejores poetas visuales de su generación; quien por cierto también ha realizado un gran trabajo como entrevistador a poetas y artistas visuales que te recomiendo; y además, también me gusta @isrodriguez44 por su desenfado marginal, experimental y su interés investigativo y divulgativo sobre las artes experimentales en nuestro país.

En el caso de artistas, digamos, consagrados, me gusta mucho la obra del chileno venezolano Dámaso Ogaz, quien me parece uno de los maestros del collage latinoamericano, además de la obra de la venezolana Luisa Richter, otra maestra del collage y las técnicas mixtas. Y por supuesto, al conceptualista también venezolano Claudio Perna, quien combinó ciencias sociales con el discurso visual de una forma trasgresora.

12. Algo que quieras compartir de tu trabajo que nadie se puede perder

1)  Un vistazo a una expo:


2) Otro vistazo al tarot collage:


 13. ¿Dónde podemos ver tu trabajo? ¿Dónde podemos saber más ti?

Mi monstruo de apuntes está en mi blog, el Cuaderno Hipertextual, en donde no solo están disponibles e hipervinculados los libros que he publicado en materia poética, narrativa y ensayística, sino también otros experimentos.

Por eso lo he llamado mi laboratorio de escritura anfibia, en donde hay una especie de archivo de mis obsesiones literarias, culturales, editoriales, sociológicas y filosóficas.

También en mi Instagram @miguelantonioguevaraescritor hay una buena antología de mi trabajo como collagista.

14. ¿Dónde te ves en 10 años? (si los extraterrestres lo permiten, solo una broma), pero sí, cuéntame el plan, tu plan desde casa ahora.

Tengo la creencia de que los próximos 10 años de cualquier persona se parecen a sus 10 últimos. Hace 10 años hacia collages y editaba poesía, así que espero seguir, no sé si en esas mismas vías expresivas, pero sí en la voluntad creativa abierta a nuevas experimentaciones y lecturas.

15. ¿Qué estarás haciendo cuando el confinamiento acabe? ¿nuevos proyectos?

Espero visitar a mis familiares y amigos para contarnos la historias de cómo sobrevivimos a este pseudoapocalipsis. Y vaya que tendremos trabajo los creadores sí es que esto termina, contar el mundo postpandemia.

Al menos ya me adelanté varios meses con mis Postales Distópicas un ejercicio de crítica cultural que realizo en la revista latinoamericana Mentekupa.

16. ¿Qué le dirías a nuevos escritores?

Creo que cada quien debe tener sus propias experiencias y trabajar a partir de allí, sin embargo, se me ocurre decirles que consuman, en el buen sentido, mucha cultura, eso sí, cultura en su sentido más amplio, no solo la gran literatura sino también el cine de autor y comercial, música, videojuegos, etc. que como decía Joan Brossa, intervengan sus prácticas artísticas con otras disciplinas y ciencias.

Que además de eso, pues que escriban, que tengan varias vidas, que dialoguen con los escritores y las escritoras de la tradición directamente en su obra y también con sus contemporáneos, que busquen interlocutores más inteligentes que ellos para que así crezcan y sobre todo, que escriban sin pensar mucho a dónde van, que con el tiempo y la disciplina las cosas comienzan a tomar forma y sobre todo, que se diviertan, que el arte no se les convierta en un dolor de cabeza sino en una forma de aprehender las estructuras de la vida que les rodea.


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MIGUEL ANTONIO GUEVARA

Escritor, editor, músico y artista del collage. Sociólogo del desarrollo, maestrando en Filosofía Latinoamericana. Ha publicado en poesía Pensando el poema (Ediciones Madriguera, 2011); Hay un ruido que se escurre por debajo de las puertas (SurEditores, 1.a edición 2012; Awen, 2.a edición 2018); Ese instante turbio (Fondo Editorial Unellez, 2012); y Tres postales distópicas (El Caracol de Espuma Ediciones, 2017); en ensayo, Por la palabra (Fundación Editorial El perro y la rana, 2012) y Apuntes por el centenario de la Revolución de Octubre (Fundación Editorial El perro y la rana, 2017), además de los libros digitales Índice hipertextual (steemit.com/@hipertextual, 2018) y Cuaderno Hipertextual (Medium, 2020). Ha recibido galardones en los géneros de narrativa, ensayo, poesía y periodismo, en Colombia, Venezuela y Suiza. En 2017, su libro Mahmud Darwish anda en metro recibió el VI Premio Nacional Universitario de Literatura «Alfredo Armas Alfonzo», en el género narrativa, publicado en 2019 por la editorial colombo venezolana El Taller Blanco Ediciones. Actualmente es columnista y miembro del consejo editorial de la revista Mentekupa.


contacto: verso.lidio@gmail.com


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